Cohetes destruyen templo de Ayacucho

 


 Arquitectos señalan que las vibraciones podrían ocasionar mayores daños a las estructuras y  generar alguna desgracia pero autoridades ya se habrían quedado sordas

Pese a las leyes de protección ambiental y ruidos no permitidos, el alcalde de la Municipalidad de Huamanga Yuri Gutierrez, no hace cumplir los dispositivos generándose un clima de caos en la ciudad de las 33 iglesias, hecho que se suma a su imcumplimiento en la culminación de obras tan sencillas como parchado de pistas en zonas céntricas de la ciudad.

En el templo de Santa Teresa, las fuertes explosiones no solo dañan las estructuras de la construcción sino generan daño psicológico a varios de sus habitantes y ni que decir de las mascotas que a diario tienen que soportar las detonaciones que afectan estructuras de piedra pero también los tímpanos de los vecinos, perturbando el descanzo necesario

La primera autoridad de la Iglesia debería marcar distancia con celebraciones que hacen tanto daño a los niños y enfermos han indicado muchos ciudadanos principalmente vecinos atormentados de la zona de la Alameda, donde los niños escuchan los explosivos mientras duermen, interrumpiéndose su descanzo con efectos psicológicos y en el propio desarrollo de su organismo.

Las explosiones son cada vez más fuertes superándo ampliamente lo permitido por las leyes.

Otro aspecto lo constituyen el daño al medio ambiente por los explosivos y sus químicos que de a poco vienen afectándo gravemente el cielo azul huamanguino.

A nivel global, el país de origen de los cohetes y fuegos artificiales, China, viene sufriéndo las peores catástrofes derivadas de la contaminación ambiental y el Cambio Climático con decenas de muertos.

Pero también celebraciones de aniversarios y otros recurren a las destructivas bombardas y cohetes además de los anticuados camaretazos, algo completamente anacrónico en medio de pandemia y contaminación que desencadenan epidemias.

La industrialización y destrucción del planeta está cobrándo vidas y solo es el inicio han indicado algunos especialistas que además vienen reportando comportamiento anómalo de la fauna, hormigas que invaden diversas zonas de Ayacucho llamán la atención, lo mismo con mosquitos y otros animalitos que podrían generar dispersión de otros virus, señalan preocupados biologos que piden al alcalde Yuri Gutierrez cumplir su papel y regular este tipo de destrucción al medio ambiente y tranquilidad de los vecinos con cohetes que son innecesarios en medio del hambre y dolor de quiénes han perdido a familiares y su propio trabajo y ahora no pueden descanzar adecuadamente por tanto cohete.

La Defensoría del Pueblo se habría pronunciado con relación al daño que causan los cohetes en niños con autismo pero aun así equivocados feligreses siguen reventándo explosivos.

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